La telemedicina implica la prestación de servicios de atención sanitaria mediante la tecnología de las telecomunicaciones. La telemedicina facilita la patología, la radiología y la consulta de los pacientes mediante audio, vídeo y otras tecnologías de comunicación electrónica. La ventaja de las telecomunicaciones es que facilitan el movimiento de la información, lo que permite a los pacientes que se encuentran en lugares remotos disponer directamente de servicios clínicos, preventivos, de diagnóstico y terapéuticos y de tratamiento. La telemedicina hace uso de la tecnología moderna para facilitar la atención en ausencia que se ha practicado a través de los tiempos. La telemedicina síncrona es en tiempo real y requiere que ambas partes estén presentes durante la comunicación, que puede ser en forma de una conversación telefónica o incluso una cirugía robótica. La cirugía asincrónica es del tipo de almacenamiento y transmisión en el que los datos médicos se adquieren y se transmiten a un especialista para que los evalúe cuando le convenga.