Condiciones de Salud Relacionadas con la Obesidad y los Beneficios de la Pérdida de Peso Quirúrgica
El sobrepeso y la obesidad pueden afectar a todos los sistemas del cuerpo, provocando una serie de problemas de salud que limitan la calidad y la expectativa de vida. El estigma social que conlleva la obesidad puede tener un efecto perjudicial significativo sobre la autoestima y el bienestar psicológico, mientras que los cambios fisiológicos asociados con la afección pueden conducir a múltiples comorbilidades potencialmente mortales, como el cáncer, el accidente cerebrovascular y las cardiopatías.
Muchos de los malos resultados de salud asociados con la obesidad pueden evitarse mediante la reducción de peso, ya sea a través de cambios en la dieta y el estilo de vida solamente, o junto con la cirugía bariátrica. Múltiples estudios han encontrado que los pacientes gravemente obesos que se someten a procedimientos bariátricos con frecuencia muestran mejorías rápidas y sostenidas en muchas afecciones comórbidas, lo que conduce a una mejor calidad de vida, una mayor expectativa de vida y costos de atención médica muy reducidos, en comparación con los individuos gravemente obesos que no se someten a cirugía. Debido a que muchos problemas graves de salud relacionados con la obesidad toman tiempo en desarrollarse, buscar ayuda rápidamente es importante para asegurar resultados óptimos, pero incluso aquellos que han sido obesos durante muchos años pueden obtener beneficios fisiológicos y psicosociales significativos de la cirugía bariátrica.
La diabetes y la prediabetes se asocian con la obesidad
La diabetes tipo 2 está fuertemente asociada con la obesidad. Sin intervención, el aumento de peso puede llevar a la diabetes relativamente rápido, pero la pérdida de peso y otros cambios en el estilo de vida pueden ayudar a mantener la afección bajo control, evitando o minimizando la necesidad de medicamentos. Si no se trata, la diabetes puede llevar a complicaciones serias como apoplejía, ceguera e insuficiencia renal.
El diagnóstico de diabetes se hace cuando se descubre que los niveles de azúcar en la sangre están constantemente elevados. Esto indica que el cuerpo está teniendo problemas para producir o procesar insulina, una hormona responsable de regular los niveles de glucosa en azúcar dentro de la sangre. Cuando los niveles de azúcar en la sangre son más altos de lo normal pero no lo suficientemente elevados para ser clasificados como diabetes, se puede llegar a un diagnóstico de prediabetes. Mientras que los síntomas de la diabetes pueden incluir fatiga, sed, micción frecuente y visión borrosa, la prediabetes es frecuentemente asintomática, pero puede ser evaluada mediante un análisis de sangre en individuos en riesgo. La prediabetes no conduce inevitablemente a la diabetes tipo 2; al perder peso, mejorar la dieta y aumentar los niveles de ejercicio, la afección se puede evitar por completo.
Se ha comprobado que la cirugía bariátrica es efectiva en el tratamiento de la diabetes en individuos obesos, particularmente en aquellos que han sido diabéticos por menos de cinco años. La cirugía de pérdida de peso se conoce cada vez más como cirugía metabólica debido a la alta tasa de curación de la diabetes tipo 2. Actualmente, la cirugía bariátrica se ofrece a las personas con diabetes tipo 2 que tienen un IMC superior a 35 y no pueden perder peso debido a cambios en la dieta y el estilo de vida.
Enfermedad cardíaca y cómo afecta la obesidad al sistema cardiovascular
Las cardiopatías abarcan una serie de afecciones que afectan al sistema cardiovascular, como el accidente cerebrovascular, la angina de pecho, la cardiopatía coronaria y la miocardiopatía. Existe una relación directa entre la obesidad y la enfermedad cardíaca, y un alto índice de masa corporal (IMC) puede agravar otras afecciones relacionadas con un mayor riesgo de enfermedad cardíaca, como la diabetes, la hipertensión y los niveles insalubres de colesterol. Además, la falta de actividad física a menudo puede ser un factor contribuyente.
La obesidad contribuye a la hipertensión y la diabetes
Se sabe que los procedimientos bariátricos tienen un impacto positivo sobre el riesgo cardiovascular; un estudio reciente encontró una reducción significativa en el número y la gravedad de los eventos cardiovasculares experimentados por los individuos obesos que se sometieron a cirugía bariátrica en comparación con los individuos obesos que no se sometieron a cirugía.
Hipercolesterolemia relacionada con el colesterol y la obesidad
El colesterol es una forma de grasa esencial para el bienestar, pero cuando se presenta a niveles inapropiados se relaciona con un mayor riesgo de cardiopatía. Junto a factores de estilo de vida como la falta de ejercicio y una dieta alta en grasas saturadas, el impacto metabólico de la obesidad tiene un efecto directamente perjudicial sobre los niveles de colesterol en la sangre. Esto puede causar que los depósitos de grasa se acumulen dentro del revestimiento de las paredes de las arterias, haciéndolas más estrechas y reduciendo así el flujo de sangre a través de la arteria con el tiempo. Este proceso, conocido como arteriosclerosis o endurecimiento de las arterias, puede llevar finalmente a problemas cardiovasculares como angina, ataque cardíaco, accidente cerebrovascular y enfermedad vascular periférica. La reducción de la cantidad de grasa almacenada en el cuerpo mediante la pérdida de peso puede mejorar la función metabólica, ayudando a mantener los niveles de colesterol bajo control.
Disminución del sueño debido a la obesidad y la apnea del sueño
Es una afección respiratoria en la cual se restringe el flujo de aire o la respiración se detiene por completo durante un período de tiempo durante el sueño. Estos trastornos respiratorios, que pueden durar desde unos pocos segundos hasta varios minutos, con frecuencia provocan la excitación del sueño, lo que provoca un aumento de la somnolencia o fatiga durante el día, lo que puede tener un impacto significativo en la calidad de vida. Durante un episodio de AOS, la falta de oxígeno hace que los vasos sanguíneos se contraigan y ejerce presión sobre el corazón a medida que bombea con más fuerza para mantener el suministro de oxígeno a los órganos vitales. Se sabe que esto crea un mayor riesgo de enfermedad cardíaca e hipertensión, y también puede ser un factor de exacerbación si esas condiciones ya están presentes. La AOS es particularmente común en los individuos obesos, y la pérdida de peso es frecuentemente un tratamiento efectivo en tales casos.
Reflujo ácido cuando se relaciona específicamente con la obesidad
El reflujo ácido ocurre cuando el anillo del músculo que actúa como válvula entre el estómago y el esófago se abre de manera inapropiada o no se cierra, permitiendo que el ácido estomacal se eleve hacia el esófago. El síntoma más común del reflujo es una sensación de ardor en la parte posterior de la garganta o en el centro del pecho conocida como acidez estomacal, pero también pueden presentarse otros síntomas, como dificultad para tragar, tos seca o dificultades respiratorias.
Aunque los episodios ocasionales de reflujo ácido son comunes y generalmente no son motivo de preocupación, los episodios frecuentes, clasificados como enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE), pueden causar complicaciones graves, incluyendo cicatrización y ulceración del esófago, que en última instancia puede conducir a cáncer de esófago.
El sobrepeso y la obesidad se relacionan con un mayor riesgo de ERGE, y la pérdida de peso puede llevar a una reducción de los síntomas y a una mejoría en la función de la válvula esofágica. La cirugía bariátrica puede ser extremadamente efectiva en el control de la ERGE, y algunos procedimientos ahora se consideran como opciones de tratamiento para individuos no obesos.
Mayor riesgo de cáncer cuando se es obeso
La obesidad está fuertemente asociada con un riesgo incrementado de desarrollar ciertas formas de cáncer, incluyendo cáncer de colon, riñón y esófago, así como cáncer endometrial y de mama en las mujeres. Además, el pronóstico para aquellos que desarrollan cáncer es peor para los obesos mórbidos.
Aunque la pérdida de peso inexplicable puede ser un indicador precoz de algunos tipos de cáncer y siempre merece una investigación cuidadosa, la pérdida de peso intencional puede tener un impacto positivo significativo, reduciendo el riesgo de cáncer y mejorando la esperanza de vida en aquellos que desarrollan la enfermedad.
La depresión y su compleja relación con la obesidad
Existe una compleja relación interdependiente entre la obesidad y la depresión. Los individuos obesos pueden estar sujetos a tensiones y presiones sociales particulares como resultado de su afección, lo que puede tener un efecto significativo sobre el bienestar psicológico. La depresión también puede llevar a ciertas personas a desarrollar o mantener una relación disfuncional con los alimentos. Además, los sentimientos de baja autoestima, desesperanza y falta de energía asociados con la depresión pueden hacer que sea extremadamente difícil para un individuo obeso que está deprimido mantener los cambios dietéticos y de estilo de vida necesarios para lograr la pérdida de peso. La cirugía bariátrica puede ser particularmente beneficiosa en estos casos, ya que ofrece tasas de mejoría significativas en ambas afecciones.
El peso extra y las comorbilidades relacionadas con la obesidad contribuyen a la osteoartritis
Llevar peso corporal adicional aumenta la tensión mecánica en el sistema musculoesquelético. Con el tiempo, esto puede causar daño permanente a las articulaciones y a los músculos y ligamentos cercanos. La osteoartritis de las caderas y rodillas es particularmente común en individuos obesos. La afección puede causar dolor, inflamación y rigidez de la articulación, afectando la movilidad. El sobrepeso y la obesidad también se relacionan con el dolor en la parte baja de la espalda, y estudios de imagenología médica han demostrado que los individuos con un IMC elevado muestran un aumento significativo en la degeneración de los discos de la columna lumbar.
La pérdida de peso puede tener un doble impacto en las afecciones ortopédicas relacionadas con la obesidad: se reduce la tensión mecánica sobre las articulaciones que soportan carga y aumenta la capacidad de ejercicio. El ejercicio regular puede ayudar a fortalecer los músculos circundantes, proporcionando soporte y estabilidad a la articulación afectada.
Intolerancia al ejercicio
Además de limitar la movilidad y ejercer una presión mecánica sobre las articulaciones y los músculos, llevar un peso excesivo puede suponer una carga adicional para el corazón y los pulmones, especialmente durante el ejercicio. Esto frecuentemente se manifiesta como una condición conocida como disnea de esfuerzo, en la cual la mayor demanda de oxígeno del cuerpo durante el esfuerzo físico no puede ser satisfecha, resultando en falta de aliento o respiración dificultosa. La disnea de esfuerzo, junto con otros factores como el roce de la piel y la osteoartritis, pueden hacer que la actividad física sea particularmente difícil para los individuos obesos, sin embargo, el ejercicio es necesario para una pérdida de peso constante. La cirugía bariátrica puede ayudar a romper este ciclo, con la rápida pérdida de peso que típicamente sigue a un procedimiento bariátrico que permite establecer un régimen de ejercicio saludable.
Las diversas formas de incontinencia
La incontinencia se define como la incapacidad de ejercer control sobre las deposiciones o el paso de la orina. El sobrepeso y la obesidad son factores de riesgo bien documentados para ambas formas de incontinencia, y las investigaciones indican que los riesgos son directamente proporcionales al aumento de peso. Además, los episodios frecuentes de incontinencia fecal o urinaria pueden desencadenar o exacerbar problemas cutáneos como el intertrigo, que también son comunes en las personas obesas. Los estudios han demostrado que la cirugía bariátrica con frecuencia lleva a una mejoría significativa en los síntomas de todas las formas de incontinencia y afecciones asociadas.
Cómo la obesidad afecta la salud femenina, el SOPQ y la fertilidad
Se cree que el síndrome de ovario poliquístico (SOP) es una de las causas más comunes de reducción de la fertilidad y disfunción menstrual en mujeres en edad reproductiva. Aunque existen pruebas convincentes para apoyar una forma genética de la enfermedad, la gravedad de los síntomas está fuertemente influenciada por el peso corporal, siendo la obesidad un factor de riesgo conocido para las irregularidades menstruales e infertilidad relacionadas con el SOPQ, así como síntomas como el exceso de vello corporal y el acné, que están relacionados con niveles elevados de andrógenos.
La pérdida de peso puede ayudar a controlar los niveles de andrógenos y restaurar la menstruación regular, reduciendo el riesgo de desarrollar cáncer endometrial y otras condiciones asociadas. Para aquellos que luchan por lograr o mantener la importante pérdida de peso requerida, la cirugía bariátrica es una opción de tratamiento viable.
Síndrome y Obesidad Truncal X
Enqueue el sobrepeso y la obesidad son factores de riesgo conocidos para muchos problemas de salud, ahora se entiende que el patrón de distribución del peso dentro del cuerpo también puede ser significativo para determinar la susceptibilidad individual a ciertas afecciones. Un patrón troncal o central de distribución de peso, donde la grasa se almacena predominantemente en el área abdominal, es un fuerte indicador del riesgo de hipertensión, enfermedad cardíaca y diabetes. Esta mayor susceptibilidad es independiente del IMC; de hecho, es posible que un individuo con un IMC dentro del rango normal lleve cantidades de grasa en su región abdominal que induzcan riesgo.
Cuando la obesidad troncal se presenta junto con hipertensión, hiperglucemia y niveles de colesterol poco saludables, esto se conoce como síndrome X o síndrome metabólico. Esta colección de factores de riesgo está fuertemente asociada con una mayor susceptibilidad a afecciones como diabetes, cardiopatía y accidente cerebrovascular. La pérdida de peso es crítica para controlar todos estos factores, y los estudios indican que la resolución completa del síndrome X es posible después de la cirugía bariátrica.
