La atención ambulatoria se refiere a los servicios y tratamientos médicos que no requieren hospitalización. Los pacientes reciben atención en consultorios médicos, clínicas, centros de cirugía ambulatoria o departamentos de pacientes ambulatorios del hospital y regresan a casa el mismo día. Este tipo de atención suele ser más económica y conveniente que la hospitalización.

Los servicios ambulatorios comunes incluyen chequeos de rutina, pruebas diagnósticas (radiografías, resonancias magnéticas, análisis de sangre), cirugías menores, fisioterapia, quimioterapia y atención preventiva, como vacunas y pruebas de detección. La cirugía ambulatoria, en la que los pacientes se someten a procedimientos sin hospitalización, también es una forma de atención ambulatoria.

La principal ventaja de la atención ambulatoria es la rentabilidad, ya que reduce los gastos hospitalarios, como el alojamiento y la comida. Además, los servicios ambulatorios permiten a los pacientes recuperarse en la comodidad de sus hogares, minimizando el riesgo de infecciones intrahospitalarias. Los avances médicos modernos, que incluyen técnicas mínimamente invasivas y un mejor manejo del dolor, han ampliado la gama de procedimientos que se pueden realizar de forma ambulatoria.

Los planes de seguro médico suelen cubrir los servicios ambulatorios, pero la cobertura varía según el procedimiento, el proveedor y la red. Los pacientes deben revisar los beneficios de su seguro, incluyendo copagos, deducibles y coaseguros, para comprender sus gastos de bolsillo antes de recibir atención ambulatoria.