La úlcera se define como una discontinuidad o la presencia de una ruptura en cualquier membrana del cuerpo. Normalmente se representa como una llaga similar a un cráter, ya sea en la piel o en la membrana mucosa. La úlcera impide el funcionamiento normal de ese órgano del que la membrana forma parte. Los diversos tipos de úlceras que pueden producirse incluyen las úlceras cutáneas (una discontinuidad o ruptura en la piel), la úlcera corneal (la infección e inflamación de la córnea conduce a la formación de una úlcera en la córnea), la úlcera bucal (una ruptura o discontinuidad en la membrana mucosa de la boca), la úlcera péptica (úlcera de estómago), úlcera venosa (una herida que se produce debido al funcionamiento anormal de las válvulas presentes en las venas), úlcera por estrés (úlcera localizada en el estómago o en el comienzo del duodeno), sarcoidosis ulcerosa (ulceración de la piel presente con sarcoidosis) y colitis ulcerosa (un tipo de enfermedad inflamatoria del intestino). Los síntomas de las úlceras dependen del lugar en que se producen. El dolor es un síntoma general que se presenta en casi todos los tipos de úlceras.