El metabolismo se define como los diversos procesos bioquímicos que tienen lugar en cualquier ser vivo, incluidos los seres humanos, para mantener la vida. Debido a estos procesos bioquímicos, cualquier organismo puede crecer, reproducirse, reparar tejidos y células dañados y responder al entorno exterior. Hay dos tipos de reacciones metabólicas que tienen lugar en el cuerpo humano: el anabolismo, también conocido como metabolismo constructivo y el catabolismo, también conocido como metabolismo destructivo. El anabolismo es un proceso en el que se producen reacciones químicas para producir un compuesto complejo a partir de componentes más pequeños, que suelen consumir energía en el proceso. El catabolismo es un proceso en el que se producen reacciones químicas para descomponer un compuesto complejo en componentes más pequeños y normalmente libera energía en el proceso. El anabolismo, también conocido como biosíntesis, ayuda al cuerpo a crecer y a producir nuevas células. Un ejemplo de reacción anabólica es el crecimiento y la mineralización de los huesos. Durante una reacción catabólica, las moléculas o polímeros más grandes se descomponen para formar monómeros. Un ejemplo de reacción catabólica es la descomposición de carbohidratos complejos como el almidón en carbohidratos simples como la glucosa.