La inflamación se refiere a un proceso que tiene lugar en el cuerpo humano como resultado de la invasión de estímulos nocivos como patógenos, células dañadas o irritantes. Es la respuesta del cuerpo para protegerse de estos estímulos dañinos. Cuando los estímulos nocivos afectan a una parte del cuerpo humano, se produce una compleja respuesta inmunológica biológica que intenta eliminar esos estímulos y reparar y curar el cuerpo, y la inflamación se produce como esta respuesta. La inflamación es diferente de la infección e incluso la infección puede causar inflamación. Los signos característicos de la inflamación son el enrojecimiento, el calor, la hinchazón, el dolor y, en algunos casos, la pérdida de función de la zona afectada. El proceso que sigue a la inflamación se denomina supuración o descarga de pus, al que sigue la etapa de granulación, que se caracteriza por la formación de pequeñas masas redondas de tejido como parte del proceso de curación. Las infecciones y las heridas no se habrían curado sin la inflamación.