La hiperhidrosis se caracteriza por la presencia de un aumento de la transpiración o de la sudoración que es mayor que la necesaria para la regulación de la temperatura del cuerpo. La hiperhidrosis puede clasificarse en dos tipos: Generalizada y localizada. Debido a la presencia de un gran número de glándulas sudoríparas en la región de las manos, los pies, las axilas y la ingle, se ven afectadas con mayor frecuencia por la hiperhidrosis localizada, también denominada hiperhidrosis primaria. En la hiperhidrosis generalizada, también denominada hiperhidrosis secundaria, el aumento de la transpiración se produce en todo el cuerpo y suele ser el resultado de un problema médico subyacente. La sudoración excesiva de las plantas de los pies y las palmas de las manos se conoce como hiperhidrosis palmoplantar y la sudoración excesiva de las axilas se conoce como hiperhidrosis axilar. La hiperhidrosis suele ocurrir en individuos sanos. Su tratamiento abarca desde los antitranspirantes de venta libre hasta los antitranspirantes con receta médica. Otros métodos de tratamiento que se utilizan para la hiperhidrosis son la iontoforesis, los medicamentos anticolinérgicos orales, la destrucción de las glándulas sudoríparas mediante la radiación de microondas, el botox y la cirugía.