El asma inducida por ejercicio o EIA es una afección similar al asma. Se desencadena por el ejercicio aeróbico vigoroso y parece afectar solo a algunas personas. Puede ocurrir durante o después de un ejercicio. Los síntomas de EIA incluyen dificultad para respirar, sibilancias, tos y respiración rápida. Las medidas preventivas incluyen evitar condiciones que pueden conducir a EIA. Los atletas predispuestos a la EIA pueden alterar su entrenamiento, usar un broncodilatador o un medicamento antiinflamatorio no esteroideo antes del entrenamiento. Las personas susceptibles a la EIA y al asma inducida por alérgenos deben tener especial cuidado con el entorno en el que operan.