La actividad física es importante para mantenerse en forma y saludable. El ejercicio puede mejorar la calidad de vida y evitar problemas de salud relacionados con un estilo de vida sedentario. Después de la cirugía, hay un período de recuperación en el que se le anima a limitar su actividad. Al poco tiempo de recuperarse, por lo general se recomienda que se esfuerce por moverse por su casa y que aumente lentamente su nivel de actividad para incluir caminatas cortas. Si usted es nuevo en el acondicionamiento físico, es importante que no rehúya el ejercicio, ya que éste comienza tan simple como un aumento en su nivel de actividad. Piense en ello como simplemente ser más activo. Sus nuevos hábitos de actividad se pueden practicar en ciertos horarios, a los que puede llamar sesiones de ejercicio o entrenamientos.
En consultas con su médico, profesional del acondicionamiento físico o fisioterapeuta, probablemente necesitará desarrollar un programa de ejercicios que se adapte a sus necesidades y habilidades. Un programa de ejercicio típico probablemente incluirá actividades aeróbicas o cardiovasculares, que aceleren la frecuencia cardíaca y la respiración. También debe incluir algún tipo de entrenamiento de flexibilidad para mejorar el rango de movimiento de sus articulaciones. El último componente es el entrenamiento de fortalecimiento, para hacer que sus músculos sean más fuertes y puedan sostenerle mejor. A medida que pase el tiempo y se recupere completamente, necesitará comenzar a hacer ejercicio y a pensar en la fisioterapia para tratar problemas específicos. Obtenga más información sobre cómo el ejercicio y la fisioterapia pueden ayudarlo a recuperarse y mantener una salud óptima.