Nutrición es un término colectivo para todas las fuentes y procesos por los cuales los organismos vivos logran el sustento requerido para la actividad diaria. La nutrición se convierte en bloques de energía utilizables para el cuerpo humano mediante el proceso de digestión.
La digestión mecánica comienza en la boca, donde los alimentos experimentan su descomposición inicial a través de la masticación y luego viaja un corto viaje hasta el estómago. El estómago descompone la comida antes de que pase al intestino delgado. En el intestino delgado, casi todos los nutrientes son absorbidos y el resto viaja al intestino grueso para ser excretado como desecho. Los nutrientes y la energía absorbidos son transportados por la sangre y entregados a todo el cuerpo.
Los hábitos alimenticios que las personas eligen seguir pueden causar cambios en el funcionamiento de la digestión. Si el exceso de comida se consume regularmente, el estómago y los sistemas hormonales correspondientes se acomodarán y provocarán un aumento del hambre. Esto crea un círculo vicioso de comer más de lo que el cuerpo realmente necesita. Cuando el cuerpo tiene exceso de energía que no se quema, se convierte en grasa para ser almacenada en las células. El cuerpo se acostumbra a las malas elecciones de salud y nutrición que requieren un esfuerzo real para cambiar positivamente.