El ejercicio es una parte importante del éxito después de la cirugía. Se le puede animar a comenzar a hacer ejercicio, limitándose sólo a las molestias, alrededor de dos semanas después de la cirugía. El tipo de ejercicio depende de su condición general, pero la meta a largo plazo es hacer 30 minutos de ejercicio tres o más días a la semana.
El estómago es un saco muscular que es importante para absorber los alimentos y prepararlos para una mayor digestión.