Los cálculos biliares son el problema más común que afecta a la vesícula biliar y puede llevar a una serie de complicaciones, algunas de las cuales pueden convertirse en potencialmente mortales y presentar una emergencia médica. Estos cálculos por lo general no presentan ningún síntoma, lo cual hace que sean difíciles de detectar hasta que causen otra afección o complicación que sugiera su desarrollo.
El curso más efectivo de tratamiento para los cálculos biliares es la colecistectomía o la extirpación de la vesícula biliar. Aunque la vesícula biliar tiene una función que almacena la bilis que luego se libera en el intestino delgado, es posible vivir una vida normal sin ella. La cirugía laparoscópica es el método preferido para extirpar la vesícula biliar, ya que es más seguro para los pacientes y permite tiempos de recuperación más cortos. La colecistectomía tiene una tasa de éxito del 99% en la eliminación de cálculos biliares y su recurrencia.
A menos que los cálculos biliares hayan causado una emergencia médica, la extirpación de la vesícula biliar se considera un procedimiento electivo, siendo los otros tratamientos menos invasivos la primera opción.